EVANGELISMO PERSONAL APOSTOLICO

LA GRAN COMISION.
El evangelismo sera nuestro fin maximo. La gran comision encomendada a los discipulos por el Señor ante de ascender, es la mayor prioridad de nuestra Mision; ya que nuestra Vision es alcanzar al perdido constituyendonos asi en una Iglesia Misionera Mt. 28:19-20 .
MINISTERIO SOCIAL
Creemos que el verdadero servicio a Dios es el servicio a nuestro projimo y nadie que se jacte de servir a Dios puede hacerlo si no sirve a su hermano; la palabra esta llena de textos de servicio: ...el que de a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fria... Mt. 10:42. Otro claro ejemplo del servicio al projimo es el pasaje del buen Samaritano Lc. 30-37. La Biblia esta llena de ejemplo que el servicio a Dios, es el servicio a nuestro hermano

EVANGELISMO

EVANGELISMO APOSTOLICO
“SIETE PRINCIPIOS EN LA ACITIVIDAD EVANGELIZADORA”

INTRODUCCIÓN. En está lección conoceremos siete principios claves que surgen en forma natural del estudio de las actividades evangelizadoras registradas en el libro de los Hechos, y de las directrices que se establecen en las epístolas.

1° Cada Iglesia Local de creyentes debe responsabilizarse por su propia comunidad.

Es responsabilidad nuestra saturar nuestra comunidad de amor y demostrar unidad que fije la base para una comunicación verbal, demostrar un estilo de vida cristiano en todas las relaciones humanas, de modo que se crea una base sobre la cual se discuta el Cristo que cambia la vida. (Hechos 1; 8, Juan 13; 34-35.
° La evangelización colectiva es la base de la evangelización.

En el Nuevo Testamento, el cuerpo de Cristo en funcionamiento proporcionaba el escenario para el testimonio individual (Juan 17; 19-23, Romanos 13,9, I Pedro 2; 12), cada cristiano en su comunidad debe ser integro (I Tesalonicenses 4; 11-12), con conducta ordenada (I Corintios 10; 31’33), con diligencia (I Corintios 6; 1.

3° La presentación del evangelio los incrédulos ha de tener lugar principalmente “en el mundo” no “en la Iglesia”.

La evangelización por lo general en el Nuevo Testamento se realizó cuando la Iglesia está esparcida en el mundo, en el trabajo, en las comunidades donde viven los creyentes, en los hogares, etc., fue aquí donde los no creyentes fueron confrontados con el evangelio de Jesucristo.
4. " El blanco principal para la evangelización debe ser los adultos y en consecuencia las familias completas.

El modelo del Nuevo Testamento es claro, el blanco de la conversión era los adultos, Jesús escogió a doce hombres maduros, no niños. Habló a las multitudes (los niños sin duda estaban incluidos), pero su mensaje iba dirigido a los adultos. En el libro de los Hechos los apóstoles se dirigieron a los adultos. Sabiendo que la conversión de los pares alcanzaría a l familia completa. En Filipos Pablo habló primero a Lidia junto al rió, ella se convirtió y en consecuencia toda la familia. (Hechos 16,15. Más tarde en la misma ciudad, el carcelero creyó en Cristo, y como resultado toda su familia se convirtió (Hechos 16;31-34)
5° La Iglesia es responsable de identificar a quienes se sienten particularmente llamados por Dios para llevar las buenas Nuevas en una manera especial en la comunidad y más allá de la comunidad inmediata; incluso “hasta lo último de la tierra”.

La Iglesia es la responsable de orar por la bendición de Dios sobre los hermanos que son llamados por Dios para la obra evangelización, como lo fueron Pedro y Pablo particularmente, que se caracterizó por un “solemne testificar” y “razonar con los incrédulos”. Este principio es lustrado por la Iglesia de Antioquia cuando separó a Bernabé y a Saulo y los comisionó para el ministerio de evangelizar (Hechos 13; 1-2.

6° Los nuevos creyentes deben integrarse, tan pronto como sea posible, a la vida de la Iglesia Local.

El principio que hay que tener en cuenta es que Dos estableció la Iglesia para ser el lugar principal donde los creyentes fueran alimentados y edificados. Cada nuevo cristiano necesita del cuerpo de Cristo p
7° La Iglesia del siglo XXI debe desarrollar su propia estrategia contemporánea, así como su propio enfoque de la evangelización utilizando los principios recién declarados como pautas bíblicas.

Las Escrituras nos dejan en libertad para que desarrollemos enfoques y métodos que sean aprobados por el Espíritu Santo el cual nos guiará a desarrollar en cualquier época y cultura. Esto lo podemos observar en pedro y Pablo cuando se mueven de la comunidad judía al mundo gentil, el Espíritu Santo les guiaba a presentar el mensaje divino en métodos diferentes, dependiendo de las circunstancias.
CONCLUSIÓN. La Iglesia no puede ni debe encerrarse en formas de modelos, sean del primer siglo o del siglo XXI, modelos que han sido diseñados como medios para conseguir algunos fines bíblicos. Cada Iglesia en cada cultura necesita desarrollar sus propios enfoques de la evangelización de la comunidad. Bajo la dirección creativa del Espíritu Santo y usando todos los recursos humanos disponibles, necesitamos desarrollar congregaciones dinámicas en nuestra s comunidades para la gloria de Dios.

EL COMPROMISO DE ZINZENDORF

EJEMPLO PARA HOY
El Compromiso de Zinzendorf con la Sangre de Jesús
En 1727 la comunidad empezó una “vigilia de oración” permanente que duró 100 años ininterrumpida. Hubo alrededor de 300 personas en la comunidad al comienzo, y varias se comprometieron a orar durante una de las 24 horas del día. En 1792, 65 años después, con la lámpara de oración aún encendida, la pequeña comunidad había enviado a 300 misioneros a los pueblos no alcanzados de las Indias Occidentales, Groenlandia, Laponia, Turquía, y América del Norte. Estaban completamente y radicalmente dedicados a dar a conocer a Jesús.
Menciono esto no sólo porque sueño con una iglesia saturada de oración y totalmente entregada a Cristo y dispuesta a dejar todo para su llamado. Lo menciono esta mañana porque detrás de esta comunidad en Herrnhut hubo una experiencia de humildad profunda, y limpieza, y poder basada en la sangre de Jesús.
Después de terminar la universidad, Zinzendorf hizo un viaje por Europa viendo alguno
Zinzendorf hizo un viaje por Europa viendo algunos de los lugares culturales más importantes. Fue entonces cuando pasó algo muy inesperado. En el museo de arte en Dusseldorf vio una pintura por Domenico Feti titulada “Ecce Homo” (“He aquí el Hombre”). Era un retrato de Cristo con la corona de espinas apretada en su cabeza y sangre escurriendo por su cara.
Debajo del retrato se encontraban las palabras, “He hecho esto por ti; ¿Qué has hecho por mi?” Toda su vida, Zinzendorf recordó ese encuentro como algo que le cambió la vida por completo. Mientras se paraba allí, de alguna manera viendo sufrir y sangrar a su Salvador, se dijo a si mismo, “Lo he amado por mucho tiempo, pero realmente nunca he hecho nada por Él.
Desde ahora en adelante hare lo que Él me guie a hacer.”
Por el resto de su vida la sangre de Jesús ocupó un lugar central en la doctrina y devoción de Zinzendorf y su comunidad en Herrnhut. Cuenta la historia que cuando los dos primeros jóvenes misioneros abordaron el barco en Copenhague para zarpar hacia las Indias Occidentales, quizás para no volver jamás (20 de los primeros 29 misioneros a Santo Tomás y Santa Cruz murieron en esos primeros años), levantaron sus manos como en un pacto sagrado y gritaron a sus amigos en la orilla, “¡Que el Cordero que fue inmolado reciba la recompensa de su sufrimiento!”
Lo que Dios Compró al Precio de Su Propia Sangre =
Para ayudarnos a contestar esa pregunta muy personal, déjame tomar unos minutos para meditar contigo en la sangre de Cristo. ¿Qué compró Dios al precio de su propia sangre?
Hechos 20:28 dice que compró la iglesia. “Tened cuidado de vosotros y de toda la grey, en medio de la cual el Espíritu Santo os ha hecho obispos para pastorear la iglesia de Dios, la cual El compró con su propia sangre.”
Por lo tanto, cuando Zinzendorf se paró ante la pintura en Dusseldorf como un miembro creyente y fiel de la iglesia de Jesucristo, podría decir basada en la autoridad de este texto: “Estas llagas estaban destinadas para comprarme. Estas gotas de sangre fueron derramadas para obtenerme.” Nunca lo pudo superar. No era propiedad suya; fue comprado por un precio. ¿Tú te levantas en la mañana y dices, “No soy propiedad mía hoy. Pertenezco a otro. He sido comprado por un precio. Y viviré cada momento de este día para que el Gran Comprador de mi alma reciba la recompensa completa de su sufrimiento?”

ELEMENTOS DE LA RECOMPENSA

Tres Elementos de la Recompensa del Sufrimiento de Cristo
¿Y qué significaría eso en la práctica diaria? Déjame mencionar tres cosas.
1. La Purificación y el Embellecimiento de Su Pueblo
La recompensa del sufrimiento de Cristo y la compra de su sangre es la purificación y el embellecimiento de su pueblo, su novia.
Efesios 5:25-26, “Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada.”
Entonces, ¿qué compró al sangrar? ¿Cuál fue la recompensa de su sufrimiento? Versículo 26: para santificarla (la iglesia). La santidad de su pueblo será su recompensa. Versículo 27: a fin de presentársela a si mismo…sin mancha ni arruga ni cosa semejante. Así que su recompensa será la belleza de Su novia—ella será esplendida y gloriosa en el banquete de bodas del Cordero.
Por lo tanto, le pregunto otra vez antes de tomar esta copa sagrada, ¿estás esforzándote con todas tus fuerzas para rendir a Jesús la recompensa de su sufrimiento – para ofrecerle lo que ha comprado? O dicho en otras palabras, ¿tu corazón está en sintonía con el suyo? Su corazón que consideró a tu santidad como algo por la cual valía la pena morir. ¿Estás asignando el mismo precio a tu santidad que Él? ¿O descuidas lo que Él murió para comprar?
Entonces en primer lugar, la recompensa del sufrimiento de Cristo es la santidad de su pueblo. Sufrió y sangró y murió para obtener un pueblo y para santificarlo – para hacer que su novia fuera pura y bella. Tu santidad – tu belleza espiritual – es la recompensa de su sufrimiento y la compra de su sangre. Y Él lo tendrá de todos que son realmente suyos.
2. El Celo de Su Pueblo de Buenas Obras
En segundo lugar, la recompensa del sufrimiento de Cristo es el celo de su pueblo de buenas obras.
Tito 2:14 dice, “quien se dio a sí mismo por nosotros, para redimirnos de toda iniquidad y purificar para si un pueblo para posesión suya, celoso de buenas obras. “
Él se entregó a si mismo para hacer un pueblo celoso de buenas obras. Derramó su sangre para comprar tu celo de justicia y misericordia práctica, de benevolencia y bondad, de valentía y compasión. Pon mucha atención en esto: Él no murió solamente para hacer que dejes de hacer algunas cosas malas. Tampoco murió simplemente para hacer que hagas algunas cosas buenas. Murió para hacerte celoso de buenas obras. Sufrió y sangró y murió para darte celo de hacer lo bueno.
¿Tienes celo de hacer bien a la gente? ¿El bien eterno por medio de su salvación? ¿Y el bien temporal como un medio para alcanzar ese fin? ¿O estás negando a Cristo la recompensa de su sufrimiento? ¿Qué significa que Cristo se entregó en dolor agonizante para hacerte celoso de buenas obras, si no estás tomando pasos para llegar a ser celoso de buenas obras?
El celo de esos primeros misioneros moravos era insaciable. Y creo que la razón es porque nunca olvidaron la sangre de Jesús. Nunca dejaron de pensar: mi vida, mi santidad, mi celo por el bien de las almas fue comprado al precio de su sangre. ¡Cómo no puedo vivir para su honor cada vez que respiro! ¿Cómo no puedo ofrecerle libremente lo que Él ha comprado con su sangre?
Tu celo por el bien de las personas es la recompensa de su sufrimiento. ¿Estás con Él o en su contra en su sufrimiento?
3. Una Iglesia Redimida de Cada Grupo Étnico
Por último, la recompensa del sufrimiento de Cristo es una iglesia redimida de cada tribu y lengua y pueblo y nación.
En Apocalipsis 5:9 el Cordero de Dios es alabado con estas palabras, “Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos, porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre compraste para Dios a gente de toda tribu, lengua, pueblo y nación.”
Por su sangre Él ha redimido personas de cada pueblo en el mundo – cada tribu, cada grupo de lenguas, cada cultura, cada grupo étnico. La recompensa de su sufrimiento es la cosecha de los elegidos de todos los pueblos del mundo. En otras palabras, la sangre de Jesús no fue derramada solamente para comprar tu santidad y tu celo de buenas obras; sino la santidad y las buenas obras de toda la iglesia universal de Dios incluyendo a las ovejas que no están en el redil todavía.
¿Tu Corazón Late Con el Corazón de Jesús?
Entonces le pregunto de nuevo: ¿tu corazón late con el suyo en esta mañana? ¿Estás buscando en tu vida las cosas que Él sangró para obtener? Cuando nos acerquemos a la Mesa del Señor en unos momentos y con la copa y el pan proclamemos su muerte, ¿podrás decirle con una conciencia limpia, “No hay nada que quiero más in mi vida que lo que tu sangraste para obtener; no hay ninguna recompensa en mi vida que quiero más que la recompensa de tu sufrimiento”?
Si examinas tu vida y encuentras deficiencias (y todos las encontraremos), no olvides esto: la recompensa de su sufrimiento también es el perdón de pecados (Efesios 1:7), la justificación por fe (Romanos 5:9), y la reconciliación con Dios (Romanos 5:10), y la limpieza de conciencia (Hebreos 9:14), y la victoria final sobre Satanás (Apocalipsis 12:11).
No sueltes a Dios en esta hora hasta que puedas decir, de lo más profundo de tu corazón, “Señor Jesús, no hay nada que quiero más en mi vida que lo que tu sangraste para obtener.”

PREGUNTAS Y RESPUESTAS PARA UN CANDIDATO A CRISTO.

40 Preguntas y Objeciones Difíciles con Sus Respuestas

"Al contrario, santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros." (1 Pedro 3:15). Responder preguntas y objeciones acerca del cristianismo puede tomar gran parte de su vida cristiana. La mayor parte de las preguntas pueden responderse fácilmente. Sin embargo, también las hay muy difíciles. Si usted no está preparado, podría perder una preciosa oportunidad de testimoniar. Es por esta causa que conviene pensar de antemano, estudiar los asuntos difíciles, y tratar de enfrentarlos por adelantado. Con las respuestas que más abajo se proveen a algunas difíciles preguntas acerca del cristianismo y objeciones a la fe cristiana, usted podrá sentirse más confiado al dar testimonio.
Si usted posee información (como la que se provee en este cuaderno) puede emplearla, combinarla de modos diferentes y, con un poco de práctica, sentirse suficientemente seguro para responder cualquier objeción que le salga al paso. Encontrará que cuanto más sepa, más lo empleará el Espíritu Santo, y le enseñará nuevas cosas además de las que ya haya aprendido. He hecho una lista de cuarenta preguntas y objeciones, y luego dado respuestas posibles ordenadas "A", "B" , "C", etc. Recuerde que no son "las"respuestas correctas, sino simplemente respuestas posibles que le ayudarán a comenzar. Quizá sus propias respuestas sean mejores. Cuando deba contestar a una pregunta de un incrédulo, tómese un instante para orar y permita que el Espíritu Santo obre en su corazón, confiando en El para que le otorgue la sabiduría cuando la necesite. Se sorprenderá de cuán bien y cuán frecuentemente El hará esto. ¡Confíe en Dios y adelante!
1. Yo no soy un pecador

a. ¿Estás diciendo que tú eres perfecto? Si lo eres, entonces eres la primera persona perfecta que tengo el gusto de conocer. b. ¿Estás diciendo que jamás has quebrantado la Ley de Dios? ¿Nunca has mentido, engañado o hurtado? Si alguna vez, siquiera una, lo has hecho, entonces tú eres un pecador sea que lo reconozcas o no. Las leyes de Dios implican castigos; una ley sin consecuencias punitivas no es más que un lema. Como pecador, estás separado de Dios (Isaías 59:2). Sin embargo, Dios te ama lo suficiente como para no desear que tú permanezcas separado de El. Por eso envió a Jesús ( 1 Juan 4:10) para pagar por los pecados en la cruz. Por tanto, el único camino de que tus pecados te sean perdonados es que confíes en Jesús y en el sacrificio que El realizó. c. La Biblia dice que todos han pecado (Romanos 5:12). Esto te incluye a ti también.
2. ¿Qué es el pecado?

a. El pecado consiste en hacer lo que está mal, tanto como no hacer lo que está bien. Es quebrantar la Ley de Dios ( 1 Juan 3:4). En otras palabras, consiste en hacer lo contrario a la voluntad de Dios. Si El dice, "No mientas" y tú mientes, entonces has pecado. Si El dice, "No robes" y tú robas, has pecado. Y, según Dios, el pecado te separa de El (Isaías 59:2). Vea "pecado" en la página 69 y Ley y Evangelio, a partir de la página 29. b. El pecado es una ofensa al carácter de Dios. Porque Dios no puede mentir, está mal que tú mientas. Porque Dios no puede robar, está mal que tú robes. Lo correcto y lo incorrecto son pues manifestaciones del carácter de Dios. Dios es santo; no puede pecar. El pecado le ofende personalmente porque son Sus leyes las que estás quebrantando. Si lo has ofendido, debes hallar un modo de "desofenderlo". El problema es que no puedes. Sin embargo, El sí puede y lo ha hecho, ofreciendo a Su Hijo, Jesucristo, en la cruz co
3. Soy demasiado pecador

a. Nadie es demasiado pecador. El amor de Dios y el sacrificio de Jesús es capaz de limpiar el peor de todos los pecados. Aún Hitler podría haberse salvado si se hubiese entregado a Cristo. Tú has pecado, como todos los demás. Es simplemente que tus pecados te pertenecen a ti. No son tan grandes que Dios no los pueda quitar. El pecado no tiene poder alguno sobre Dios, sólo lo tiene sobre ti. b. Permíteme preguntarte algo. ¿Piensas que el asesinato y el adulterio son pecados serios? ¿Sí? Bien, David, un personaje bíblico a quien Dios llamó "un hombre según Su propio corazón" (Hechos 13:22), fue asesino y adúltero. El quiso incluso esconder de todos su pecado. Pero Dios conocía sus pecados y los expuso. David se arrepintió y se arrojó a la misericordia del Señor. Dios le perdonó y lo amó. Dios te ama y te perdonará si pones tu confianza en Jesús y le pides que te perdone de todos tus pecados (Romanos 10:9-10)
4. ¿Qué es la salvación?

a. La salvación es el perdón de los pecados. Sólo se logra a través de la fe en Jesús como Salvador. El murió en la cruz por los pecados, Si deseas la salvación, necesitas confiar en lo que Jesús hizo en la cruz. Sólo entonces puedes tener vida eterna y estar con Dios (vea también Salvación en la página 68). b. La salvación es rescatar a una persona de la condenación. La condenación es el juicio sobre el pecador. Este juicio consiste en que Dios condena al pecador a un castigo eterno en el infierno. Este es el destino de cuanos rechazan la provisión de Dios para el perdón de los pecados. Si deseas la salvación, entonces necesitas reconocer que eres un pecador y pedirle a Jesús que te perdone. El lo hará.
5. ¿Qué debo hacer para salvarme?

a. La salvación es un regalo gratuito de Dios (Romanos 6:23). Jesús cargó con el pecado en Su cuerpo (1 Pedro 2:24) y pagó la pena por quebrantar la Ley de Dios, pena que consiste en la muerte espiritual (separación eterna de Dios). Si deseas la salvación, debes admitir que eres un pecador y que deseas que Jesús te perdone tus pecados. Debes reconocer que no hay nada que puedas hacer para merecer el perdón. Ora y pídele a El que te perdone. Necesitas confiar en Jesús. Búscalo, El te salvará. b. El arrepentimiento es parte de la salvación. Una vez salvo, debes dejar de hacer aquellas cosas que disgustan a Dios. El vivirá en ti y te dará la capacidad y el deseo de resistir al pecado (1 Corintios 10:13). Cuando seas salvo, espera cambios para bien.
6. ¿Es el bautismo necesario para la salvación?

a. Vea la sección que trata de esto a partir de la página 159. b. No. La fe en Jesús es suficiente para la salvación. No hay nada que tengas que hacer. Cristo ya lo ha hecho todo. Sin embargo, el bautismo es muy importante y todo creyente debe bautizarse. Si rehusases bautizarte luego de recibir la salvación, yo pondría en duda tu conversión. c. Hay denominaciones cristianas que creen que el bautismo es necesario para la salvación. Los argumentos que emplean parecen superficialmente convincentes, pero cuando se los examina con cuidado, se halla que el bautismo ocurre después de la conversión y no es en modo alguno parte de ella. Toma, por ejemplo, Hechos 10:44-48.
Mientras Pedro estaba dando testimonio, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que escuchaban el mensaje ... y se los oyó hablar en lenguas y exaltar a Dios. "Entonces respondió Pedro: - ¿Puede acaso alguno impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu Santo lo mismo que nosotros?" (Hechos 10: 47)
i. Este pasaje demuestra que el bautismo ocurre después de la salvación. ¿Cómo sabemos que ellos ya eran salvos? Estaban hablando en lenguas, lo cual es un don de Dios para los creyentes (1 Corintios 14) y estaban exaltando a Dios. Los incrédulos no exaltan a Dios. Además, Pedro dijo que habían recibido el Espíritu Santo. Esto es sólo para cristianos (Romanos 8:9), y ocurrió antes del bautismo. ii. Otro texto aplicable a este asunto es 1 Corintios 1: 17. Pablo dice, "No me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio..." El Evangelio es lo que salva, y éste se explica en 1 Corintios 15:1-4. El bautismo no es parte del Evangelio; es algo que el creyente hace después de recibir la salvación.
d. El bautismo es solamente un símbolo de aquello que salva; el símbolo mismo no es lo que sablva.

7. Ya soy suficientemente bueno

a. ¿Cuán bueno debes ser para llegar al cielo? Dios es santo y exige santidad. La santidad es pureza. Aunque pienses que eres suficientemente bueno, basta un solo pecado para descalificarte para estar en la presencia de Dios. Nunca podrías ser lo suficientemente bueno. Es por eso que necesitas a Jesús.

b. La Biblia dice que nadie es lo suficientemente bueno. "No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno" (Romanos 3:12). La bondad se mide con las normas de Dios, no con las tuyas.

c. Si dices que eres suficientemente bueno, esto implica que la muerte de Jesús fue innecesaria. Pero El murió para salvar a los pecadores. La Biblia afirma que si la justicia pudiese venir por las buenas obras, entonces no habría sido necesario que Cristo muriese (Gálatas 3:21); pero El lo hizo, de modo que ser bueno no basta.
8. Hago lo mejor que puedo y soy sincero

a. Aunque pudieras hacer mucho más y mejor de lo que haces ahora, aún no bastaría porque no complaces a Dios por ser bueno (Gálatas 2:21) sino por aceptar a Jesús (1 Juan 1:12). b. La sinceridad no te abre el camino al cielo. ¿Qué ocurre si estás sinceramente equivocado? (¿Recuerdas Juan 14:6?). c. Si estás descansando en tu sincerida, de hecho estás diciendo que porque eres sincero eres suficientemente bueno por ti mismo como para morar con Dios. ¿No ves que apelar a tu propia sinceridad es apelar al orgullo, ya que recurres a algo que está en ti y no a Dios como razón para ir al cielo? Lo siento, pero la sinceridad no es suficiente. Debes tener fe en Jesús y confiar sólo en El. d. ¿Por cuánto tiempo has estado haciendo lo mejor que puedes? ¿Ha dado resultado hasta aquí? ¿Te ha dado vida eterna?
9. Soy escéptico

a. ¿Estás buscando honestamente respuestas? Si lo estás, yo estoy muy dispuesto a hablar más contigo acerca de Jesús, la Biblia, o cualquier otra cosa sobre la que tengas dudas. b. ¿Acerca de qué eres escéptico? Quizás podríamos hablar de algunas de las cosas que percibes como impidiéndote un conocimiento salvador de Jesucristo.

10. Una vez intenté ser cristiano.

a. La Biblia dice que una vez que eres salvo, nunca volverás a ser el mismo: Eres una nueva criatura (2 Corintios 5:17). Si ha retornado a tus antiguas costubres, entonces lo más probable es que nunca hayas sido salvo. Sin embargo, si fuiste salvo, entonces Dios no te permitirá que permanezcas por mucho tiempo en rebelión contra El. Dios hará contigo lo que sea necesario para traerte de vuelta a la comunión con El. b. ¿Te hiciste cristiano por ir a la iglesia o por pedirle a Jesús que perdonase tus pecados? Es esto último, pero no lo primero, lo que te hace un cristiano.
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